El suelo es un recurso natural, imprescindible para la vida en la Tierra

Subsuperficiales: Árgico, Cálcico, Cámbico, Ferrálico, Gípsico, Nátrico, Spódico,…

HORIZONTE  ÁLBICO:

Es un horizonte en el que la arcilla y los óxidos de hierro libres han sido eliminados hasta el punto que el color del horizonte viene determinado por el color de las partículas primarias de arena y limo más que por los revestimientos sobre estas partículas, y como las partículas de arena son de color blanquecino, estos colores claros son los típicos de este horizonte.

Tiene que cumplir las siguientes condiciones en cuanto a color

1. Brillo, en húmedo >4 y/o en seco >5.

2. Si el brillo en seco >7 o en húmedo >6, entonces el croma <3 en seco o en húmedo.

3. Si el brillo en seco es 5 o 6 y en húmedo 4 o 5, entonces el croma está más cerca de 2 que de 3 en seco o en húmedo.

4. Si los materiales de partida tienen un hue de 5YR o más rojo, se permite en el horizonte E álbico un croma de 3, en húmedo; siempre que este croma se deba al color de los granos de arena o limo, sin revestimientos.

HORIZONTE ÁRGICO:

El horizonte B árgico es un horizonte subsuperficial que tiene un contenido en arcilla netamente mayor que el horizonte situado encima.

La diferenciación textural generalmente es debida a una acumulación de arcilla iluvial pero también puede ser consecuencia de una destrucción de arcilla en el horizonte superficial, o de una erosión superficial selectiva de arcilla, o por la actividad biológica o una combinación de dos o más de estos procesos.

La sedimentación de materiales superficiales puede incrementar una diferenciación textural edafogenética, sin embargo, una mera discontinuidad litológica, tal como puede ocurrir en los depósitos aluviales, no se califica como un horizonte B árgico.

Cuando un horizonte B árgico está formado por iluviación de arcilla, las partículas de arcilla (arcilanes, cútanes de arcilla, revestimientos de arcilla) pueden encontrarse sobre la superficie de las unidades estructurales, en fisuras y en poros.

Para diagnosticar un horizonte B árgico, éste ha de cumplir los siguientes requerimientos:

1. Textura. Tener una textura que sea franco arenosa o más fina y que tenga como mínimo un 8% de arcilla en la fracción tierra fina.

2. Enriquecimiento. Contener más arcilla total que un horizonte de textura más gruesa situado encima (excluyendo las diferencias que resultan de sólo una discontinuidad litológica, o de solamente una alteración in situ).

a. Si el horizonte situado encima tiene menos de un 15% de arcilla en la fracción tierra fina, el horizonte B árgico debe tener como mínimo un 3% más de arcilla (por ejemplo 13% frente a 10%).

b. Si el horizonte situado encima tiene un 15% como mínimo y menos del 40% de arcilla total en la fracción tierra fina, la relación de la arcilla, en el horizonte B árgico, a la del horizonte situado encima debe ser de 1,2 o mayor (p.e. 36% frente a 30%)

c. Si el horizonte situado encima tiene un 40% como mínimo de arcilla total en la fracción tierra fina, el horizonte B árgico debe contener como mínimo un 8% más de arcilla (p.e. 58% frente a 50%).

3. Distancia del enriquecimiento. Si, como mínimo, alguna parte del horizonte B árgico muestra películas de arcilla en al menos el 1% de las superficies verticales y horizontales de los agregados y poros, o muestra arcilla orientada en un mínimo del 1% del área de una lámina microscópica el incremento en el contenido de arcilla debe alcanzarse en una distancia vertical de 30 cm. Si los requerimientos para la presencia de películas de arcilla no se alcanzan, el incremento en el contenido de arcilla entre el horizonte B árgico y el horizonte situado (generalmente un eluvial) encima debe alcanzarse en una distancia vertical de 15 cm.

4. Espesor. El horizonte B árgico deberá tener como mínimo un décimo del espesor de la suma de todos los horizontes situados encima.

5. Horizonte suprayacente. El horizonte de textura más gruesa que se superpone al horizonte B árgico, debe de ser como mínimo de 18 cm de espesor después de mezclado, o de 5 cm, si la transición textural del horizonte B árgico es brusca.

Si un suelo muestra una discontinuidad litológica o si sólo una capa arable es lo que se superpone al horizonte B árgico, como mínimo alguna parte del horizonte necesita mostrar películas de arcilla en un mínimo del 1% de las superficies verticales y horizontales y en los poros, o mostrar arcillas orientadas en un mínimo del 1% de la sección transversal.

La definición anterior es un intento para superar las dificultades experimentadas con la aplicación en el campo de los primitivos horizontes B argíllicos y para tener en cuenta como un rasgo de diagnóstico la diferenciación textural neta, incluso cuando las películas de arcillas no pueden ser identificadas.

HORIZONTE CÁMBICO:

Es un horizonte de alteración que carece de las propiedades que satisfacen las exigencias de un horizonte B árgico, o espódico; no presenta colores oscuros, ni el contenido en materia orgánica y las estructuras del horizonte H hístico, o de los horizontes A móllico y úmbrico; presentando las propiedades siguientes:

1. Textura. Una textura franco arenosa o más fina y, como mínimo, un 8% de arcilla en la fracción tierra fina.

2. Espesor y profundidad. Tiene como mínimo 15 cm de espesor, con su base 25 cm como mínimo por debajo de la superficie del suelo.

3. Estructura. La estructura del suelo es, al menos, moderadamente desarrollada o no tiene estructura de roca en la mitad, como mínimo, del volumen del horizonte.

4. Evidencia de alteración en una de las formas siguientes:

a. Un croma de color más fuerte o un hue más rojo o un mayor contenido en arcilla que el horizonte subyacente.

b. Evidencia de eliminación de carbonatos, reflejada particularmente por un contenido más bajo en carbonatos que el horizonte subyacente.

El horizonte subyacente será de acumulación de carbonato cálcico; si todos los fragmentos gruesos de este horizonte cálcico están totalmente recubiertos por caliza, una cierta proporción de ellos, en el horizonte cámbico, debe estar libre de revestimientos; si los fragmentos gruesos en el cálcico están recubiertos sólo en la parte inferior, los del horizonte cámbico estarán libres de recubrimientos.

c. Si no existen carbonatos en el material de partida, ni en el polvo que cae sobre el suelo, la evidencia de alteración necesaria queda satisfecha por la presencia de estructura del suelo y ausencia de estructura de la roca en más del 50% del horizonte.

5. No existe cementación, endurecimiento o consistencia quebradiza, en húmedo.

HORIZONTE CÁLCICO:

Es un horizonte de acumulación de carbonato cálcico. La acumulación puede ser en el horizonte C, pero puede presentarse también en un horizonte B, o A.

El horizonte cálcico está enriquecido con carbonato secundario en un espesor de 15 cm, o más, y tiene un contenido equivalente en CO3Ca del 15%, o más, que debe ser como mínimo un 5% mayor que el de un horizonte más profundo. Esta última condición se expresa en volumen si los carbonatos secundarios se presentan en el horizonte cálcico rodeando los guijarros, o como concreciones o en formas pulverulentas blandas; si estos horizontes cálcicos descansan sobre materiales muy calizos (40%, o más, en equivalente de CO3Ca), el porcentaje de carbonatos no necesita decrecer con la profundidad.

HORIZONTE PETROCÁLCICO:

Un horizonte petrocálcico es un horizonte cálcico, continuo, cementado, o endurecido, cementado por carbonato cálcico y en algunas partes por carbonato cálcico y algo de carbonato magnésico. Como componente accesorio puede presentar sílice.

El horizonte petrocálcico está tan cementado que sus fragmentos secos no se desmoronan en agua y las raíces no lo pueden penetrar. Es masivo, o de estructura laminar, extremadamente duro cuando está seco, de tal forma que no puede ser penetrado por una azada o una barrena, y muy firme, o extremadamente firme cuando está húmedo.

Los poros no capilares están obstruidos y la conductividad hidráulica es de moderadamente lenta a muy lenta. Habitualmente tiene un espesor mayor de 10 cm. Generalmente presenta una cubierta laminar pero no es necesario, en es caso, los carbonatos constituyen la mitad o más del peso del horizonte laminar.

HORIZONTE FERRÁLICO:

Horizonte de máxima alteración, exclusivo de los climas tropicales y subtropicales. Sin representación en España.

Se destruyen hasta las arcillas 2:1. Solo resisten algunas 1:1 y sobre todo los óxidos e hidróxidos de Fe y Al.

HORIZONTE GÍPSICO:

Es un horizonte de enriquecimiento de yeso (CaSO4.2H2O) secundario, que tiene 15 cm o más de espesor, un 5%, como mínimo, más de yeso que el horizonte C, subyacente, y el producto del espesor en cm por el porcentaje de yeso, es igual o superior a 150.

El yeso se puede acumular, uniformemente, en toda la matriz del suelo o como revestimientos cristalinos; en gravas y cantos, también se puede acumular orlando su base (pendent o cemento geopetal)

HORIZONTE PETROGÍPSICO:

Un horizonte petrogypsico es un horizonte gypsico que está tan cementado con yeso que los fragmentos secos no se desmoronan en agua y las raíces no pueden penetrar en él.

El contenido en yeso del horizonte petrogypsico es normalmente mucho mayor que el mínimo requerido para el horizonte gypsico y habitualmente sobrepasa el 60%.

HORIZONTE NÁTRICO:

Además de las propiedades del horizonte árgico, debe de reunir las dos siguientes:

1. Una estructura columnar o prismática, en alguna parte del horizonte B, o una estructura en bloques, con lenguas de un horizonte eluvial, en el que hay granos de arena o limo, no recubiertos, que penetran más de 2.5 cm dentro del horizonte.

2. Una saturación con sodio de cambio mayor del 15 % en los 40 cm superiores del horizonte; o más (Mg + Na) de cambio que Ca + acidez de cambio (a pH=8.2), en los 40 cm superiores del horizonte, si la saturación con Na de cambio es superior al 15 % en algún subhorizonte dentro de una profundidad de 200 cm a partir de la superficie.

HORIZONTE ESPÓDICO:

Este horizonte reúne una o más de las siguientes condiciones, por debajo de una profundidad de 12,5 cm, o bajo un horizonte A, o un horizonte E, si existen.

1. Tiene un subhorizonte de más de 2,5 cm de espesor que está, en toda su extensión, cementado por una combinación de materia orgánica con hierro o aluminio o con ambos.

2. Tiene una textura arenosa, o franca gruesa, con gránulos oscuros aparentes, del tamaño del limo grueso, o mayores, o con granos de arena cubiertos de revestimientos fragmentados de materia orgánica y aluminio con o sin hierro.

3. Tiene uno o más subhorizontes, en los que:

a. Si hay un 0,1%, o más, de hierro extraible, la relación de hierro más aluminio extraibles con pirofosfato a pH 10, al porcentaje de arcilla, es > 0,2 o si hay menos del 0,1% de hierro extraible, la relación de aluminio más carbono orgánico a arcilla es > 0,2

b. La suma de hierro más aluminio extraible con pirofosfato es la mitad o más de la suma del hierro más aluminio extraible con ditionato-citrato.

c. El espesor es tal que el índice de acumulación de material amorfo (CCC a pH 8,2, en cmol(+) Kg-1, menos la mitad del % de arcilla multiplicado por el espesor, en cm) en los horizontes que satisfacen las condiciones precedentes, es > 65.